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La pequeña estaba encantada con su nuevo disfraz. Siempre había querido ser princesa y ahora finalmente podía hacer realidad su sueño. Se puso el hermoso vestido y la corona brillante y luego fue a buscar su nuevo pony. El pony era tan hermoso como había imaginado, con su larga y ondeante melena y cola. La niña llamó al pony Sparkle y rápidamente se convirtieron en mejores amigas. Pasaban horas jugando juntas en el prado y la niña siempre se sentía segura y feliz cuando estaba con Sparkle.
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