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Las criaturas del bosque se estaban acercando. Podía escuchar sus garras raspando la corteza de los árboles y sus dientes chasqueando el aire. Sabía que tenía que hacer algo o me destrozarían. Levanté mi arma y apunté. Las criaturas se acercaban cada vez más. Pude ver el blanco de sus ojos. Apreté el gatillo. El arma rugió y las criaturas fueron arrojadas hacia atrás. Aterrizaron hechos un montón en el suelo, muertos. Había sobrevivido. Pero sabía que las criaturas volverían. Tendría que estar preparado para ellos la próxima vez.
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