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"Necesitaba un cambio de imagen. Su cabello era un desastre, su ropa no tenía forma y su maquillaje era inexistente. Parecía como si acabara de levantarse de la cama. Pero sabía que con un poco de trabajo, podría convertirla en una princesa. Empecé cortándole el pelo y peinándola. Luego elegí algunos conjuntos nuevos que favoreceban su figura. Finalmente, le puse un poco de maquillaje en la cara para resaltar su belleza natural. Cuando terminé, ella Parecía una persona completamente diferente. Estaba tan feliz con los resultados que me agradeció una y otra vez. Me alegré de poder ayudarla a sentirse más segura de sí misma".
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